ESTE OTOÑO, ACTÍVATE 

La actividad física es un factor clave para disfrutar de un estado de salud óptimo. Aprovecha el nuevo curso para empezar a hacer deporte. En Fitness Deluxe te explicamos cómo hacerlo de manera progresiva y segura.

Septiembre, se ha convertido, junto con enero, en el mes de los buenos propósitos. Ponerse en forma es uno de los objetivos que más se repiten de cara al nuevo curso. Ya sea para bajar de peso o por cuestiones de salud, adquirir hábitos saludables es un reto que muchos se marcan de cara a la nueva temporada.

Según datos facilitados por la OMS, la inactividad física es el 4º factor de riesgo de mortalidad en el mundo y la causa principal de determinados tipos de cánceres, diabetes tipo 2 y cardiopatías. De ahí que la actividad física sea un factor clave para disfrutar de un estado de salud óptimo.

Sin embargo, tanto si empezamos desde cero, como si hemos interrumpido nuestra rutina deportiva durante las vacaciones, a la hora de retomar la actividad física debemos hacerlo de manera gradual, solo así evitaremos lesiones y conseguiremos mantener una rutina de ejercicio a largo plazo.

En Fitness Deluxe te ofrecemos una serie de consejos para iniciar una rutina deportiva de forma progresiva y segura.

Cómo empezar a hacer deporte de manera progresiva y segura

Consultar a un profesional de la salud. Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, sería conveniente hablar con un médico o un profesional de la salud para asegurarnos de que estamos en condiciones de hacer ejercicio o para recibir recomendaciones específicas según nuestras necesidades y estado de salud.

Fijarnos metas realistas. ¿Qué queremos, perder peso, ganar fuerza, mejorar nuestra resistencia cardiovascular o simplemente mantenernos activos? Establecernos unas metas específicas nos ayudará a mantenernos motivados.

Elegir actividades deportivas que nos gusten. Lo ideal es probar diferentes actividades y después quedarnos con las que más nos motiven. Si practicamos actividades que nos gustan y nos divierten, es más probable que no abandonemos nuestro propósito.

Establecer una rutina. Debemos escoger unos días y unos horarios específicos para llevar a cabo nuestro entrenamiento. Esto nos ayudará a crear un hábito y a ser constantes.

Apostar por la variedad. Lo mejor es no limitarse a una sola actividad. La variedad en nuestra rutina de ejercicios no solo evitará que nos aburramos, sino que también nos ayudará a trabajar diferentes grupos musculares, mejorando nuestra condición física de manera global.

Comenzar con sesiones cortas. Si empezamos desde cero, debemos comenzar con sesiones de ejercicio cortas. Podemos empezar con solo 15-20 minutos al día, tres o cuatro días a la semana. A medida que nos sintamos más fuertes y cómodos con nuestra rutina actual, podemos aumentar la intensidad y la duración de nuestras sesiones de ejercicio. Esto puede incluir levantar más peso, correr distancias más largas o aumentar la resistencia en nuestro entrenamiento cardiovascular.

Empezar con ejercicios fáciles. Si nunca hemos hecho ejercicio o llevamos mucho tiempo sin hacerlo, no debemos someter a nuestro cuerpo a una gran exigencia física. Para empezar a hacer ejercicio desde 0 lo mejor es comenzar con ejercicios de baja intensidad, ejercicios de cardio, flexibilidad y fuerza que nos ayuden a mejorar nuestra condición física de manera progresiva:

  • Cardio: este tipo de ejercicios nos ayudan a acelerar el ritmo cardíaco y a controlar la respiración (nadar, correr, montar en bici, saltar a la comba…)
  • Flexibilidad: el objetivo es mejorar nuestra movilidad, activando toda la musculatura (estiramientos, saltos y zancadas)
  • Fuerza: ayudan a aumentar la fuerza y la muscular. La fuerza se puede trabajar utilizando el propio peso o utilizando cargas, por ejemplo, mancuernas o discos.